Me llamo Rafael Hidalgo. Nací en Zaragoza en agosto de 1968, cuando Guinea Ecuatorial era una provincia española. Dos meses más tarde dejaría de serlo, pero prometo que no tuve nada que ver con aquello. Después del cole, fui a la universidad para estudiar Empresariales. A día de hoy, sigo sin haber montado ninguna empresa, y eso que el mismísimo Rey aparece en mi título de licenciatura. También hice el doctorado en Filosofía, donde supe que sólo sé que no sé nada.
He perpetrado la publicación de algunos libros. Los hay infantiles, como “Crispín y el dragón Agamenón”; juveniles, como “Mabel, la princesa de Íncaput”; biográficos, tal que “Julián Marías: retrato de un filósofo enamorado”; filosóficos, como “Historia de la Filosofía para Peatones” o “Julián Marías y la Muerte”. Y también de empresa, como “Empresarios y Samuráis”.
Me encanta la naturaleza, sobre todo cuando no me pica ni me muerde. Y, lo mejor de todo, dos ángeles con coletas me llaman papá.
¿De qué os propongo que hablemos?
Podríamos titularlo: “Contar una historia”. El que más y el que menos ha tenido que inventar una historia alguna vez: un cuento, una aventura, un relato... incluso hacer una exposición. Pero, ¿qué ingredientes hacen atractiva una historia? ¿Cómo plantearla? ¿Cómo ponerse al nivel del “público” (niños, jóvenes…)? ¿Cómo montar un argumento interesante? ¿Qué hay que evitar para no destrozar un relato?
Si os apetece charlar sobre este tema, nos vemos el próximo 23 de febrero a las 11:00 en la cafetería del Museo Diocesano (Plaza de la Seo de Zaragoza).
Aunque estas charlas/tertulias están dirigidas a los padres con hijos inscritos en el proyecto de ocio, los que estéis interesados en asistir podéis hacerlo mandando un correo electrónico.