Nuevamente, el editorial del canal down 21.org nos lleva a una reflexión realista de lo que supone tener a una persona con discapacidad intelectual en el seno de la familia. Frente a los tópicos bienintencionados, el día a día supone un trabajo exigente de y hacia estas personas y de todos los que le rodean en la escuela, en la familia y entre los más allegados a su realidad vital diaria. Para ello es fundamental que estén atendidos por profesionales que sean capaces de potenciar sus capacidades que son muchas y compensar las dificultades que tengan, y siempre con un sentido de exigencia positiva e ilusionante a las familias. Seguro que esta reflexión lleva a todos a trabajar cada día más y mejor, con y por estas personas.
¡Os animamos a leerlo!